lunes, 18 de enero de 2016

Artículo final

Mi sensación con esta asignatura ha sido de ir de menos a más según esta avanzaba, más por el gusto que a la hora de ir entendiéndola. Creo que es algo lógico y normal si partimos del hecho de que en el colegio y en el instituto, mi experiencia con la literatura ha sido muy poco satisfactoria en comparación con este curso. Luego pienso que el ir de menos a más es una muestra de que me ha ido gustando e intrigando cada vez más la literatura, sus diferentes aspectos y la infinidad de maneras divertidas, atractivas, interesantes y originales que hay de trabajarla.
En mi opinión la manera que hemos tenido de trabajar la asignatura ha sido inmejorable. Hemos tenido que poner en práctica de una manera muy atractiva casi todos los puntos vistos en el temario, todos con las mismas pautas aunque obviamente con diferentes resultados, lo verdaderamente bonito, lo que hace que algunos resalten sobre el resto. Es una gran idea también el corregirnos entre nosotros las actividades que hemos ido realizando, es una manera más digamos de escuchar a nuestros compañeros, de saber qué han entendido ellos, a qué han dado más importancia, con qué me quedaría de sus trabajos y qué cambiaría de ellos. Es una manera más de afianzar conocimientos, de tenerlos en cuenta. Nunca había trabajado a través de un blog, me ha parecido la mejor manera para trabajar esta asignatura tal y como se nos aclaró desde un principio, desde el autoaprendizaje.
A continuación explicaré todo lo que ha supuesto esta asignatura para mí, lo que he aprendido, lo que más me ha interesado, lo que utilizaría para el futuro y en definitiva, mi antes y mi después con respecto a la literatura. Lo haré bloque por bloque con la intención de no pasar muchas cosas por alto.
Bloque 1. Literatura Infantil. Análisis y selección.
Recuerdo que la primera o una de las primeras distinciones que dejamos claras a parte de la de libro y cuento, fue la diferencia entre la literatura y la paraliteratura. La literatura es un arte que utiliza las palabras para manifestarse, su principal objetivo es artístico. Comenzando con esta definición ya se podía intuir que íbamos a conocer y trabajar la literatura de una forma muy distinta a la que prácticamente cualquiera ha experimentado durante la etapa de educación obligatoria y bachillerato. Lo que más me atrajo de definirla como un arte fue su automática comparación con el resto de artes, donde la imaginación y la creatividad imperan por encima de la imitación y la reproducción. Lo que quiero decir es que no se disfruta de la literatura tan sólo aprendiéndose un poema por ejemplo y recitándolo en clase, ni se aprende. Del mismo modo, tampoco se aprende en educación artística pintando un dibujo ya hecho, donde el único ejercicio es rellenar con colores y hacer un llamamiento a lo estereotipado. Un texto literario dejaría de serlo también si carece de función poética, de ficción o de no formar parte de uno de los tres géneros literarios: narrativo, dramático y lírico.
Quería resaltar la intención artística, pues es la mayor diferencia entre la literatura y la paraliteratura y lo primero que me ayudó a diferenciarlas. En la paraliteratura, el primer objetivo no es el artístico, sino educar, enseñar y/o moralizar y no es hasta casi el S. XX donde por fin aparecen escritores cuya intención es la de hacer disfrutar y entretener a los niños. La literatura dejaba de ser sólo para adultos, ahora también estaba pensada para la infancia y la adolescencia. Una de las apariciones más notables que permitieron este cambio, fue el permitir al niño identificarse con los protagonistas de la historia que leía, sentir que han pasado recientemente, están  pasando o pasarán muy próximamente por el mismo momento que el/los/la/las protagonistas.
“No debemos confundir "moraleja" con "enseñanza moral". La moraleja aparece explicitada al final del relato con el fin de explicar y enfocar la comprensión de la totalidad del texto. La enseñanza moral puede encontrarse en diversos lugares de la historia y cada cual puede aplicarla a su realidad a partir de su propio esquema de valores y de sus inferencias particulares.”
Más cosas con las que me he quedado de este bloque provienen tanto de clase como de la actividad que realizamos referente al mismo. En ella tuvimos que seleccionar correctamente un libro. En lo primero que hubo que fijarse fue en que se tratara de un libro literario y no paraliterario. Un libro literario también aporta muchas enseñanzas y valores, aunque no de forma explícita, es decir, no dando una “orden” o algo parecido en referencia a cómo hay que comportarse, no inducen al niño, tan solo muestran actitudes y valores que nos puedan ayudar a ser más o menos felices y/o como consejo en la vida real.  El segundo paso era poder identificar en el libro elegido características referentes al  nuevo concepto literario de la literatura, donde el niño puede identificarse con los personajes, reconocerse en ellos y empatizar.
Ahora resulta obvio, se ve muy claro porque es lógico, pero personalmente, con anterioridad a este tema, no habría sabido discriminar un libro literario de otro paraliterario, ni siquiera me lo habría planteado. Debemos conocer a nuestros alumnos, saber en qué momento evolutivo o en qué etapa de su vida se encuentran para poder comenzar a buscar un libro que les pueda interesar y suscitar los valores y actitudes citados anteriormente, pero a ellos, no al maestro. No hay que olvidar que el libro que escojamos no lo debemos escoger porque nos guste a nosotros. Se dice pronto también, conocer a los alumnos y seleccionar un libro que sea atractivo para la mayoría de ellos, no resulta fácil, pero sí mucho más sencillo sabiendo ahora lo que es un libro literario, las características que tiene y la gran cantidad de ellos que se pueden encontrar. Incluso tenemos en cuenta que las ilustraciones no sean estereotipadas.  Ahora sabemos además que los libros que seleccionemos en un futuro para nuestros alumnos, no necesariamente valdrán al año siguiente en el mismo curso, ya que los niños serán otros diferentes y no tienen por qué encontrarse en el mismo momento evolutivo o con las mismas necesidades que los anteriores.
Ya que he mencionado las ilustraciones, hay que decir que ayudan mucho a comprender y a sentir lo que el emisor pretende transmitir. Se me quedó muy grabado el intentar evitar las imágenes estereotipadas. Las ilustraciones son incluso el motivo por el que un niño escoja un libro.
No me olvido del teatro y la poesía a pesar de su poca proyección en el aula, ya sea por escasez o desconocimiento, pero no hay que olvidar que si utilizamos de una manera atractiva, entretenida y amena estas herramientas, conseguiremos despertar creatividad, imaginación y buen gusto, además  ayudan a mejorar la memoria y crear unas buenas bases para el aprendizaje de la lectoescritura.

Bloque 2. Textos folclóricos. Selección y adaptación.
Este bloque he de reconocer que es con el que mejor me lo he pasado.
La literatura folclórica es anónima, se transmite de forma oral de generación en generación y por eso mismo sufre montones de cambios a lo largo del tiempo. Son historias surgidas en pueblos, contadas por los cabezas de familia para amenizar la tarde por ejemplo, expandidas por viajeros, arrieros y buhoneros que contaban las historias en un pueblo y en otro. Así iban quedando estas historias en la memoria de los que las escuchaban, que otro día contarían su versión de la misma con sus propias variantes, luego estas historias tienen tantos autores como personas lo han narrado, hasta el momento que alguien los plasmó por escrito. Por todo ello es imposible llegar a la historia que pudo ocurrir en realidad, a la historia original, tan sólo se puede intuir más o menos por dónde irían los tiros.
Con el paso del tiempo, la sociedad fue relegando todos estos textos populares a la literatura infantil, se les restó interés literario en favor del aprendizaje y el divertimento y llegaron a ser incluso mal denominados “textos infantiles”. Lo cierto es que tienen buenas enseñanzas morales, que no moralejas, que los niños saben extrapolar a su manera.
Es cierto que la tradición de la transmisión oral ahora se ha visto desfavorecida por la influencia de otros medios alternativos, pero es necesario en el aula trabajar este tipo de literatura manteniendo su oralidad para un mayor disfrute del niño, que ya trabajará la lectura con texto de autor que despertará su interés por la misma.
Cuando pienso en este bloque me acuerdo también de los teatros de marionetas. El teatro folclórico puede servir tanto para divertir como para educar. Los teatros de marionetas son muy atractivos para el niño, ya que se sumerge en la historia con mucha facilidad, olvidando que los muñecos en realidad son personas quienes los mueven. El teatro de títeres en el la actualidad se enfrenta a dos dificultades fundamentales: primero, que los teatros de folclore tradicional han desaparecido casi por completo, y segundo, que los títeres parecen ser considerados actualmente como un entretenimiento solamente para niños.
En cuanto a la poesía folclórica, creo que también puede ser aprovechada en el aula, cantar es algo atractivo para el niño, así como jugar, de esta manera se introduce en la palabra y el ritmo, de alguna manera ya estará ejercitando su creatividad, su memoria incluso su movimiento.
Los cuentos populares, se clasifican en mitos, historias de origen religioso, cuyas religiones han desaparecido; cuentos de animales que se caracterizan porque todos sus personajes son animales; cuentos de fórmula, que son aquellos en los que la memoria del narrador es fundamental y no permiten la recreación típica de los relatos folclóricos; y por último los cuentos de hadas o maravillosos, su característica principal es la aparición de al menos un personaje mágico-fantástico, incluyendo animales que hablan y se comportan como personas en un contexto humano (El gato con botas, Caperucita Roja...).
“Según Propp, todos los cuentos maravillosos responden a esta estructuración y todos pueden analizarse según estos tres aspectos.
 - Los papeles (héroe, agresor, donante, auxiliar, la princesa y su padre, mandatario y falso héroe) pueden ser desempeñados por diferentes personajes según los diferentes cuentos.
 - Las acciones son las que se realizan a lo largo de la historia y que componen el planteamiento, el nudo y el desenlace; cada cuento tiene un número indeterminado de acciones.
 - Las funciones se producen por el significado de las acciones fundamentales dentro de la intriga global del relato, Propp enumera treinta y una, no en todos los cuentos han de aparecer las 31 que él llegó a encontrar, pero las que aparecen, siempre siguen el orden preestablecido. Son: -alejamiento, - prohibición, -transgresión, -interrogatorio, -información, -engaño, - complicidad, -fechoría, -carencia, -mediación, momento de transición, - principio de la acción contraria, -partida, -primera función del donante, - reacción del héroe, -recepción del objeto mágico, -desplazamiento, -combate, -marca, -victoria, -reparación, -vuelta, -persecución, -socorro, -llegada de incógnito, -pretensiones engañosas, -tarea difícil, -tarea cumplida, - reconocimiento, -descubrimiento, -transfiguración; -castigo, -matrimonio.”
La estructura interna de los cuentos maravillosos presenta tres momentos clave: fechoría inicial (planteamiento), acciones del héroe (nudo) y desenlace feliz en casi todos los casos. Para trabajar con este material en el aula con los alumnos, es necesario respetar la cronología, que ha de ser lineal y ha de haber relaciones de causa y efecto entre las acciones.
Los motivos principales son: los tesoros ocultos, el viaje y la búsqueda, la fuga, el reino de las hadas, la búsqueda del amor, el huérfano maltratado, el hermano pequeño, la muerte y la resurrección, el sol y la luna.
Cuando nos contaron por primera vez el cuento de “Toda clase de pieles”, ni por asomo habría sabido sacar este tipo de características, entendí la historia, aunque me fijé en muy pocas por no decir en ninguna la primera vez que escuchamos el cuento. El hecho de ser una adaptación lo que hubo que hacer, permitió ver más claro lo que había que mantener y lo que había que cambiar. El esqueleto del cuento sin duda hay que respetarlo, el carácter fuerte de la protagonista también era importante, alejado de algunas adaptaciones como las de Disney, donde las mujeres en muchos casos dejan bastante que desear. Es muy importante también mantener el halo legendario típico de los relatos folclóricos.
Lo primero que sin duda me viene a la mente, después del título y la historia de “Toda clase de pieles” cuando pienso en este segundo bloque, es en los hermanos Grimm, que por algún motivo se quedaron bien grabados en mi cabeza. Sus adaptaciones tienen fama de ser bastante fieles a las recopilaciones iniciales. Sus textos son los más estudiados y utilizados en la educación de los niños y son pioneros en los cuentos maravillosos y de hadas. Sus cuentos, son un ejemplo para trabajar los cuentos folclóricos en el aula, ya que han llevado a cabo adaptaciones en las que dejan de lado aspectos morbosos de cualquier tipo, un trabajo parecido al que tuvimos que hacer nosotros.
Bloque 3: Literatura española y cultura literaria.
Temas como éstos son de agradecer, pues a menudo resulta difícil acercar a los niños a algunas obras y autores de nuestra cultura y aquí se aprenden varias fórmulas para ello.
La verdad que hasta hace poco, era de los que pensaba que los alumnos, incluso yo cuando era alumno de primaria, tenían que entender lo que el autor pretendía transmitir con su obra o lo que quería decir, con más o menos ayuda del profesor. Ahora, sé que si no lo entienden, será por un desconocimiento normal en los alumnos, no procede que tengan que entender la obra, sí que la interpreten como les parezca, a su manera.
En este bloque, lo más importante me parece saber diferenciar cuándo se quiere que los alumnos disfruten de una lectura, y cuándo se pretende que mejoren la comprensión lectora o simplemente mejorar la lectura mecánica. Puesto que son cosas distintas, las actividades también lo serán. Los textos o fragmentos que elijamos para trabajar con los niños, los debemos tener bien trabajados, de otra manera no lograremos la pre-motivación lectora en nuestros alumnos. Esta se consigue ambientando, presentando, llamando la atención y explicando el vocabulario.
En el trabajo en grupo que realizamos para este bloque, creo que escogimos una obra demasiado complicada para llevar a cabo la semana cultural. Escogimos “El Lazarillo de Tormes”. Creo que nunca llegamos a saber del todo manejar la línea entre la adaptación y el texto original, el cual si se puede mantener, no se ha de adaptar. Finalmente decidimos no adaptar ningún tratado para el último ciclo, con el resto, tan sólo cambiábamos alguna escena que no era apropiada para los alumnos cambiando algunas palabras u omitiendo alguna acción y alguna consecuencia que pudiera resultar muy brusca, violenta o desagradable. Nuestro objetivo era que conocieran a uno de los personajes más universales de la literatura española.
Las actividades que propusimos para la semana, al comienzo fueron más dirigidas a llamar la atención y a presentar, intentando imaginar entre todos cómo creen que vivía un chico de su edad más o menos hace quinientos años. Había que aclarar y explicar el vocabulario casi continuamente. Las actividades que se dedicaron más a la ambientación fueron las excursiones y el mercadillo medieval.
Sinceramente este tema es el que más me ha costado comprender. La actividad de alguna manera no la veíamos tan clara como las otras. Creo que hay que conocer y comprender muy bien la corriente, la obra o el autor al que se escoge para que los alumnos disfruten de las actividades adecuadas que les permitan imaginar, interpretar, reconocer y sobre todo pasarlo bien con el fin de querer seguir aprendiendo. Lo más importante para ello es no someterles a ningún tipo de presión, ejercicios típicos del libro de la asignatura y que sean ellos los protagonistas, los pequeños artistas sin los que no sería posible disfrutar la obra.


No hay comentarios:

Publicar un comentario